lunes, 28 de agosto de 2017

Todo es perfecto

Cuando miramos un objeto nos parece que vemos un objeto, pero, en realidad, todo lo que vemos de él es la luz reflejada de nuestra propia presencia consciente que lo ilumina y conoce. 
De hecho,  no conocemos los objetos, solo el acto de “conocer“.
Metafóricamente hablando, solo vemos la luz del sol en los árboles, las colinas y montañas. 
Es tan solo un pensamiento lo que hace que parezca que sea conocido como algo distinto a la luz de nuestro ser, de la misma manera que, a otro nivel, es solamente un pensamiento lo que hace que parezca que vemos un árbol, una colina o una montaña en lugar de ver la luz de sol. 
Esta experiencia de la conciencia conociéndose a sí misma no admite ninguna otra cosa. A la vez, está hecha de la pura intimidad de nuestro propio ser. Esta absoluta intimidad y falta de otredad es la experiencia del Amor. Todas las cosas aparentes, están hechas solo de amor.

Amor
Carles 


domingo, 13 de agosto de 2017

¿Cómo llevar el trabajo al día a día?

- Hablas de estar totalmente abierto y disponible a nuestros pensamientos sensaciones y percepciones. ¿Cómo podemos acoger todo lo que se presenta a nosotros en medio del ritmo frenético de la vida moderna? ¿Es posible? 


- Realmente no tienes elección, porque tú estás acogiendo a cada instante todo lo que que piensas, sientes y percibes. Por ejemplo, cuando aparece un pensamiento, ¿esta aparición es espontánea, no es así? 


- No veo adónde quieres llegar. 


- Tú no ejerces ninguna acción sobre ti mismo con el fin de hacer aparecer el pensamiento. Incluso si efectuases tal acción, esta misma acción sería otro pensamiento espontáneo. De hecho todas las cosas aparecen por sí mismas en la consciencia, la cual está siempre totalmente disponible. La consciencia nunca dice "quiero esto" y "no quiero aquello". No dice nada, ya que continuamente acoge todo lo que surge en su campo. Cuando dices "quiero esto" o "no quiero eso" no es la consciencia la que está hablando, es simplemente un pensamiento surgiendo en su seno. Después dices "yo no estaba abierto", y esto es la irrupción de un nuevo pensamiento. El trasfondo de toda esta agitación mental es la consciencia, siempre abierta y disponible, lo permite todo. Desde el momento que estás vivo, estás abierto. La apertura es tu naturaleza. Esta es la razón por la que es tan placentero encontrarla; uno se siente en casa, cómodo, natural. No tienes que hacer nada para encontrarte en esta apertura, excepto entender que ella es tu naturaleza real, que tú ya estás ahí. Tan pronto te estableces como Presencia Biodimámica (consciencia-testigo), la agitación de este mundo te deja de perturbar. Entiende el proceso en su conjunto y a través de esa comprensión escapa de él. Das un salto y entras en otra dimensión. Familiarízate con ella. Observa su impacto sobre la mente, el cuerpo y el mundo. Quizá en este momento mis palabras te puedan parecer meras ideas, pero llegará el día en que se  encarnarán en ti, volviéndose entendimiento vivo, experiencia. Entonces la cuestión de saber cómo meditar, cómo estar abierto o cómo ser feliz ya no surgirá porque tú ya serás meditación, apertura y felicidad.


Amor

Carles