martes, 30 de julio de 2013

Testimonio

"En la maternidad encontré un viaje de regreso a mi"
Lila Romero Guerrero
ACOMPAÑAR LA MATERNIDAD, una hermosa labor y una gran responsabilidad. 

Actualmente es cada vez mas común que muchas mujeres tengamos el deseo de acompañar la maternidad de otras madres, acompañarles en sus diferentes ciclos, momentos y estados. 

Sin duda algo muy importante es prepararnos académicamente, tener datos duros y científicos para orientar a las familias y acompañarles de manera adecuada en un nivel pragmático.

Sin embargo algo que muchas veces no se dice o bien no se toma en cuenta es la importancia de que las acompañantes o doulas estén en constante contacto consigo mismas, su historia de vida, sus heridas y asuntos no resueltos. 

Las mujeres que acompañamos la maternidad de otras madres ya sea en el embarazo, parto y/o crianza tendríamos que estar en una constante reflexión e indagación sobre nuestra propia historia, en casos de las mujeres que también ya somos madres, estar en constante limpieza y sanación de nuestras historias de maternidad, pues es muy fácil engancharnos en las historias de maternidad de otras madres, sentir temor de que se repita nuestra historia y entonces infantilizar a las madres, intentar rescatarlas (tal vez del "monstruo" que no hemos sido capaces de enfrentar en nuestra propia historia de maternidad ) y aún con las mejores intenciones repetir la cadena de violencia en la maternidad que es quitar el poder a la madre. Seamos congruentes, si todavía nos duele algo de nuestro propio nacimiento, de nuestro parto o cesárea, de nuestra historia de vida, si todavía creemos que alguien mas es "culpable" de algo que no ocurrió como esperábamos , entreguémonos a nuestra historia de vida, indaguemos, sanemos y no repitamos esta cadena de violencia. 

Rescatar a las madres no es labor de la doula o acompañante, podemos informarlas, acompañarles en el camino de auto- observación de  sus opciones, y estar ahí en silencio sin reprocharnos cuando incluso nos parece que van hacia un lugar "incorrecto" que le puede "lastimar", pues ese "incorrecto" o "lastimar" tiene mucho mas que ver con nuestra forma de ver el Mundo que realmente con algo que pueda hacer daño a la madre, comencemos a tratar a las madres como adultos y no como pequeñas niñas que necesitan que les cuidemos del lobo feroz. 

Si las doulas o acompañantes no indagamos en nuestra propia historia y la sanamos, haciéndonos responsables de nuestras elecciones incluso inconscientes, acompañándonos a nosotras mismas y siendo compasivas con nuestro ser, no podremos acompañar plenamente a las madres y sus familias, pues nuestro cuenco estará lleno de nuestra propia historia, saturado de indigestión emocional, y no habrá espacio para que las madres cuenten sus historia, la que les pertenece y no necesariamente tiene que ver con la nuestra. 

Seamos amorosas con nosotras mismas y aceptemos que la labor de acompañantes empieza con ser nuestras propias compañeras de vida, no traslademos a otras madres y bebés nuestros miedos, nuestras angustias, nuestros asuntos no resueltos. Permitámonos ser un cuenco vacío en el que la madre pueda contar su propia historia. 

Y entonces ahí la madre podrá encontrar a una mujer, amorosa por que lo es consigo misma, capaz de escuchar sin enganchar su propia historia, por que se ha permitido un espacio para mirar de cerca sus indigestiones emocionales y comenzar un camino de auto-indagación. 

Si de verdad el llamado de nuestro corazón es el de acompañar a las madres en sus diferentes ciclos, es urgente que nos miremos a nosotras mismas, nos escuchemos y no intentemos intervenir en las historias de maternidad, pues esas le pertenecen a cada madre, confiemos en que dentro de cada madre existe una sabiduría natural que le llevará a tomar las mejores decisiones para ella y su familia.

Las doulas somos acompañantes de nuestra propia historia, si duele entonces tal vez es momento de ir adentro y buscar la compañía adecuada que nos permita digerir nuestra propia historia. 

Sobre Biodinámica: 

En mi caso particular, la Presencia Biodinámica ha sido la compañía que me ha permitido ir adentro y mirar mi propia historia sin juicios ni lastimarme por "haber tomado las decisiones inadecuadas" mismas que dejan de ser adecuadas o inadecuadas cuando hay un espacio para que sólo sean. Comencé este Contacto con la Biodinámica en el taller de Biodinámica Perinatal con Carles Compañ, mismo que me permitió comenzar a digerir mi propia implantación en el útero de mi madre, mi propio nacimiento y de manera muy orgánica y sin planearlo la implantación, embarazo y nacimiento de mi hija, pues ambas experiencias se habían revuelto en mi acumulación de experiencias no digeridas, ese "algo" que no me tenía en paz sobre el nacimiento de mi hija comenzó a ordenarse en mi  por así decirlo, al atender y sentir sin juicios los primeros momentos de mi vida, que dicha y que alivio empezar a asimilar mi historia dejando de nombrar culpables, comenzando a sentir el gozo de tomar algo que siempre me ha pertenecido pero que al parar pude tomar: mi propia vida. 

Mi embarazo fue así, lo que fue, por que era con lo que podía, mi parto lo mismo, ni mis parteras, ni el padre de mi hija, ni mi propia hija fueron culpables o salvadores de lo que ocurrió, ellos vivieron su historia, la que les toca desde su propio sentir, yo viví la mía, y ahora puedo decir que a su vez les he dado el mejor regalo, el único que les puedo dar, vivir lo que me toca vivir, digerido y trasmutado por la quietud y el movimiento de la vida... No hay culpables sólo presenciadores, no hay a quien salvar, ni a quien temerle, por que si todo lo que he vivido es desde lo que siento, entonces no hay otro, sólo Uno desde las diferentes sensaciones de vivir... 

Gracias, lila. 






jueves, 25 de julio de 2013

¿QUIEN SE DA CUENTA?

¿quien se da cuenta?  Aquí hay un misterio. Desde la mente pensante, la cual quiere hacer todo, incluso darse cuenta, esta atenta, observar.  A todo lo llama estar atento y ser consciente de de todo. Y en verdad solamente es consciente de la película que está ella misma proyectando, nada mas tiene cabida, solo lo que ya esta registrado en ella. Detras esta la Inteligencia que somos. El puro vacío que se escapa. Solo si nos habriendonos a ese vacío  hay observación de lo falso, de lo cual al darnos cuenta puede haber discernimiento y lo falso se cae por su propia falsedad, sin ningún esfuerzo. No es un esfuerzo voluntario.
Para ser bueno, para ser mejor que otros necesito un esfuerzo, pero no para ver lo falso.
Solo al darme cuenta desde el vació aparece lo falso y cae por si mismo, entonces hay desapego. Solemos estar apegados a personas, a actitudes emocionales,  a situaciones sociales, a conocimientos, y tantas cosas mas..., sin embargo, me cuesta mucho trabajo desapegarme, por que no he visto la falsedad de esa situación.
El esfuerzo de desapegarme es falso e inútil también. Pues lo que esta pasando no es nada, ni bueno, ni malo, ni hay culpabilidad en ello. Simplemente lo estoy mirando desde un lugar limitado de mi historia de vida y eso produce identificaciones, apegos, conflictos y sufrimiento. Quiero quitar los conflictos, el sufrimiento que ocasionan los apegos, pero sin salir del lugar de identificación con mi historia de vida. Eso no es posible, si no lo creemos, intentémoslo. De hacho la humanidad lo viene haciendo desde hace siglos.
La verdad es que no es así, no es la solución a nuestros problemas, es la visión de que no hay problemas y eso es otra cosa. Nos empeñamos en resolver el problema en el mismo ámbito, en el mismo lugar en donde surge y esa es la solución de los problemas que entendemos. Pero es cosa muy distinta, eso si , sumergirnos en el vacío  que somos, allí donde no aparecen ningún problema, no existe el problema, por lo tanto no hay que solucionarlos.

amor 
carles 

jueves, 18 de julio de 2013

UNA REVELACIÓN

En el momento que se reveló  la Presencia Biodinámica, me di cuenta que siempre ha existido.
Si tomas consciencia de algo nuevo, eso estaría sujeto al envejecimiento. Algo que aparece aquí en un momento, dado debe estar sujeto a no estar aquí en otro momento. Y la P.B siempre esta.
Me di cuenta que, al buscar mi verdadero ser, había estado ignorándolo. El verdadero Ser es el descubrimiento de lo que es, y siempre ha sido. Hay experiencias de tristeza, felicidad, ignorancia o despertar. Todas estas experiencias son secundarias con respecto a la verdad de quién eres.  A lo largo de toda experiencia hay una verdad subyacente y permanente.
Con el apego a mantener ciertas experiencias y deshacerse de otras, simplemente has pasado por alto por alto la presencia biodinámica. Y al pasarla por alto hay sufrimiento. 
Puede haber un enorme placer en la vida y puede haber un enorme dolor en la vida. Al centrarse tanto en el placer como en el dolor, lo que pasas por alto es lo que no ha sido tocado por el placer y el dolor.
Puedes sentirte feliz o puedes sentir tristeza. Puedes tener razón o estar equivocado. Pero sin el que presencia el movimiento de la vida, nada de esto puede existir.

Amor
carles


sábado, 13 de julio de 2013

SOLTAR, DEJAR IR.

Cuando preguntamos ¿qué debo hacer? En verdad sabes que estamos preguntando.  ¿ cómo puedo controlar esto?  El antídoto para este tipo de pregunta intencional es dejar ir. ¿Cómo dejar ir, soltar? Esto se vuelve complicado, porque el esfuerzo por soltar es en sí un a acto intencional. Es probable que todos hallamos tenido la experiencia de intentar soltar o rendirse. Que curioso, intentar y rendirse son conceptos mutuamente excluyentes. Mientras lo intentamos no hay soltar, dejar ir. 
Llegamos a un punto en que todas las técnicas desaparecen. Nuestras técnicas no servirán de nada. Llegara un momento en el que nos demos cuenta de que no hay nada que pueda hacer para soltar, no hay nada que pueda hacer para rendirme. Y sin embargo, la rendición y el soltar son absolutamente necesarios para despertar y expandirnos. 
Llegados a este punto, lo importante es admitir este hacho, no hay nada que yo pueda hacer. Darse cuenta plenamente de esto, admitirlo es en si mismo el acto definitivo de soltar, el acto de abrir el puño, la apertura del sentido del yo. 
Para qué esto ocurra, hay que darse cuenta que no podemos hacerlo de ninguna manera.
Como seres humanos lo único que podemos hacer es ver que estar apegado es inútil, todo intento de apegarse es una forma velada de rechazar lo que somos realmente. Despertar a este plano exige afrontar y soltar lo que llamo la voluntad personal, la parte de nosotros que dice: " esto es lo que quiero, se lo que necesito "   En última instancia, la voluntad personal es una ilusión, y por eso es tan frustrante cuando la tratamos de usar para controlar. Por supuesto , esto suele generar miedo en nuestro sentido del yo, que sólo puede interpretar el soltar la voluntad personal como algo traumático. Hay miedo. Pensamos que si dejamos ir la voluntad personal nunca conseguiremos lo que creemos necesitar. Esto sólo son pensamientos. En realidad la voluntad personal no existe.
Cuando muestra voluntad personal se rompe, una fuerza completamente diferente entra en nuestro sistema. Cuando decimos un sí simple y sincero a la vida, un si a la muerte, un si a la transparencia, ya no hay más lucha. El fluir se convierte en la manera de navegar por la vida, lo que nos lleva por la vida: no los conceptos, ni las ideas, no lo que deberíamos o no deberíamos hacer, no lo que es correcto o equivocado. Llegando a ver que fluir en sí mismo siempre es asombroso. Es la expresión de presenciar el movimiento de la vida, que llamo presencia biodinámica, de la unidad dirigiendo nuestra existencia de manera curativa y amorosa. 

Amor
Carles