viernes, 27 de septiembre de 2013

CONFUSIÓN

Cuando ha quedado atrás creencias, maestros y gurúes, religiones,filosofías y procesos de conseguir mejoras, nos adentramos en una dimensión completamente desconocida. ¿Qué soy?. Ya no disponemos de ninguna explicación para nuestra historia de vida. Nos encontramos en un espacio esencialmente vacío donde deconstruir todo lo que conocemos, incluyendo el propósito y el sentido de la deconstrucción.
Ese vacío es el máximo potencial en el sentido de que es capaz de demoler toda construcción a la vez que de él emerge lo nuevo. Una vez que se ha destruido todo lo aquello que era falso de nuestra vida, todos los conceptos que construyen nuestra realidad individual, ya no queda nada en nuestra vida. Sencillamente no queda nada que no sea pura función. Muchos identifican este espacio vacío con la depresión, la despersonalización y la desconexión. En términos espirituales podemos llamarlo desapego y, en términos religiosos, la noche oscura del alma. Nos vaciamos de falsedad, pero también de verdad. Habiendo conectado con este punto de vacío, el vacío se consume así mismo, como la serpiente que engulle su cola. El mundo de los opuestos ha concluido. 
La comprensión deviene confusión, sutil en sus cualidades. Cualquier intento de explorar la realidad inmediata que se presenta, por si misma, solo puede se desde un lugar carente de forma. 
La sublime confusión supone nuestro fracaso a comprender el mundo y, sin embargo también representa la inutilidad de cualquier tipo de comprensión que pueda recurrir a lo abstracto. Es una modalidad de relación con el mundo que no esta mediatizada por comprensión alguna conocida, si bien hay una practica compartida con lo la inseguridad de lo desconocido. Cualquier intento de concretar ese estado fluido es inútil y sólo evoca a mayor confusión. Digo que esta confusión es sublime por que supone la liberación del paso de lo conocimiento, de las posiciones defensivas y de los puntos de vista. Hemos sido entrenados, desde que nacimos, a tratar de ocupar un lugar de conocimiento y, sin embargo, sabemos que no sabemos. Somos,como impostores de nuestra propia vida y eso va e detrimento de nuestra creatividad natural, reemplazandola por la obra de un actor que pretende relacionarse, existir y conseguir cosas. La confusión sublime a la apertura al contacto con un mundo que carece de sentido, que no posee explicación y que no tiene causa.
La sublime confusión, es lo que deviene una vez que estamos tan completamente abiertos que , como señala el significado de la palabra confusión, somos movidos sin resistencia alguna de una forma a otra al no estar separados. En esto se vuelve la vida, un movimiento dinámica y fluido, carente de centro o periferia, entre una forma y otra, un desconocimiento en sí mismos hasta que ocurre la expresión creativa de la Presencia Biodinámica.
 
Amor
Carles

viernes, 20 de septiembre de 2013

La relación adulta: una no-relación.

Normalmente las relaciones de pareja encierran el deseo y la expectativa de proporcionarnos un sentimiento de satisfacción. Por supuesto que nosotros nos comprometemos con la relación y pretendemos hacer lo que esté en nuestras manos para satisfacer las necesidades de nuestra pareja. Así comenzamos a satisfacer y ser satisfechos. ¿Es posible que la relación no conlleve exigencia alguna hacia el otro ni búsqueda de satisfacción de las propias necesidades? ¿Podemos ir más allá de la relación pactada, para acceder a la autentica relación, la cual llamo no-relación? El Amor no conlleva propiedad ni control de ningún tipo. Tal vez lo que llamamos amor no es sino miedo y lo que denominamos relación es, de hecho, un intento de controlar la vida. Hay la posibilidad de un enfoque completamente distinto de la relación, de darnos cuenta de que estamos juntos porque nos comunicamos a través del campo compartido que llamamos Amor, el cual emerge del vacío. Si nos enfocamos en el campo vacío de donde emanan las formas que percibimos cuando vemos a la otra persona, este campo vacío está surgiendo de manera incesante. Podemos ser conscientes de las formas que asume nuestra vida y, de ese modo, darnos cuenta que la continuidad de nuestra relación no se halla garantizada por nuestro compromiso, nuestra intención o necesidad sino, más bien, por el campo energético. Cualquier cosa que se manifieste en el campo pasa a formar parte de la relación. Esto mismo es aplicable a cualquier tipo de relación con los hijos, familia, amigos, el entorno cualquiera...Tenemos que tomar conciencia del campo energético a partir del cual se genera la relación y no caer en el engaño de que es la relación la que genera el campo. La esencia de la relación no reside en satisfacer nuestras necesidades recíprocas, sino en la percepción del campo común que nos contiene. Lo que denominamos necesidades no es más que distorsiones creadas por nuestro condicionamiento, nuestros conceptos y nuestra historia de vida no digerida. Si tratamos de convencernos a nosotros mismos o a nuestra pareja de que creamos la energía del amor a través de la admiración recíproca, de nuestro compromiso y empeño decidido en la relación, entonces, nos sentiremos completamente perdidos cuando la forma cambie, cuando cambien los sentimientos, cuando la relación que una vez conocimos se distorsiona en el recuerdo. La vida puede deshacer una relación con la misma facilidad con la puede crear otra. El movimiento de vida (biodinámica) carece de causa, cualidad o sentido moral alguno. Es puro movimiento que está creando y destruyendo a la vez. ¿Cómo colmar nuestras necesidades? ¿Pero cuál es nuestra necesidad auténtica sino la de sumergirnos en el Amor? El campo no surge a consecuencia de haber satisfecho nuestras necesidades, sino que es el que las manifiesta. Cuando nos sumergimos en esta Presencia Biodinámica descubres la posibilidad de la relación y el reconocimiento de todo lo que fluye a partir de ahí, es la manifestación de movimiento de la vida. La relación está llena de posibilidades y no se haya circunscrita a intención, contrato o compromiso alguno. Vive en el fluctuante movimiento de la vida y acoge a todo lo que llega a ella, ya sea durante un instante o durante toda la vida puesto que, de hecho, ambos son lo mismo. La no-relación en la relación que puede terminar AHORA y seria perfecta. Amor Carles

martes, 17 de septiembre de 2013

LOS CIRCULOS DE PRESENCIA BIODINÁMICA®

Son una realidad que estamos experimentando no son, desde luego, un concepto. No ganamos nade si los tratamos de describir en palabras. Al contrario, pierden. Al tratarlo de encerrar en la estrechez de un concepto, lo empobrecemos, lo cosificamos y lo sacamos de ¨lo que es¨, ese latido de vida que somos, momento a momento. Al querer describirla, la hacemos un objeto, pero eso no es la presencia biodinámica. En presencia biodinámica, la dualidad sujeto objeto (observador-observado) llega a desaparecer. Lo único que existe es la experiencia, sin un sujeto que la viva ( el sujeto lo introducimos después, cuando intentamos narrar la experiencia ) En el momento que se produce, sólo hay experiencia. El sujeto ha quedado perdido en la experiencia, sin separación de ella, no hay otro. La P.B es pues, impersonal. Algo es presenciado. En ese momento de P.B, el sujeto, el observador, el yo ha desaparecido. no es ¨yo observo ¨, sino ¨ hay observación ¨, ¨ la observación tiene lugar ¨. La P.B no es sólo impersonal. También es atemporal. Cuando vivimos en el instante, nos hemos salido del tiempo. El presente siempre es el mismo; solo el movimiento de la vida esta cambiando. Pero el presente es vacío, y como tal, permanece. Siempre estamos en él, en esa suerte de eternidad desde la que contemplamos el movimiento de la vida. Esta atemporalidad consustancial a la presencia entraña también la runtura radical con la consciencia egoica, que es caracteriza por encontrarse presa en el tiempo, siempre enredado en él. ¡El ego espera tanto del futuro!. Sin embargo en P.B, el presente es aceptado y apreciado en todo su valor, siendo el de la totalidad misma, libre de compromisos personales. El experimentar la Presencia Biodinámica nos pone en contacto con el núcleo de lo que somos y es común a todos, llamemos le vacío, ser, amor, o cualquier etiqueta. Y todo esto, por supuesto, no es más que un intento de transmitir con palabras algo casi imposible de comunicar. Amor Carles

martes, 3 de septiembre de 2013

CEDER ES EL CAMINO.

No puedes tener lo que ya eres. Ya tienes lo que deseas, ya eres lo que quieres. Es lo mejor que podría ser. Aparece cono esto Ahora, perfecto. Y desmentir de ello es vivir en la mentira de sueño.
El trabajo te puede dar esta maravillosa conciencia de la mentira del sueño y de la verdad, la belleza de lo que realmente es.
Te has convertido en la historia que te as contado, Y tú eres lo que vive antes de la historia. Cada historia, cada cosa aparentemente emerge por si misma y aparece como una vida. Vives dentro de una historia hasta que la historia es digerida. Yo aparecí con mi historia, hasta que la Presencia Bíodinámica me devolvió a casa. La libertad es posible en cada momento.
Cuando digo  ̈Hasta que estés libre para sentirte feliz en presencia de tu peor enemigo, el trabajo no ha terminado ̈ puede que parezca como un motivo de indagación, no ,no lo es es una observación. si haces el trabajo con cualquier tipo de motivo, aunque sea el mejor motivo, ( recuperar tu pareja, el trabajo, la familia...estar presente...) no será genuino, pues estarás buscando cierto tipo de respuesta y no permitirás que emerjan las respuestas más profundas. Recuerda que solo cuando no sabes lo que buscas puedes estar abierto a las respuestas que cambiaran tu vida y se expanda.
Solo cuando tu mente esta clara resulta fácil ceder o rendirse. Te das cuenta que todo esta desapareciendo continuamente, y lo celebras a medida que vuelve al lugar de donde vino, le vació, la no existencia, lo no creado. Y finalmente , la rendición deja de ser necesaria. La palabra implica que hay algo fuera de ti a lo cual rendirte.
La mente se rinde a sí misma. Cuando no estas en guerra con tigo mismo, experimentas un mundo amable.
La gente pregunta como puedes vivir si nada tiene sentido y si no eres nadie. Es sencillo. Somos vividos. Nosotros no lo hacemos. Sin una historia, te mueves sin esfuerzo, fluidamente sin resistencia. Esta posibilidad es aterradora para las personas que creen tener el control. Así que cuestiona los pensamientos y observa con la vida sigue más serena sin ti. Aun en el aparente colapso del mundo, no hay problema.
Cualquier concepto te aleja de tener conciencia de esto, excepto si realmente sabes quién eres sin tu historia.
Cuando cuestionas tus creencias, a la larga llegas a ver que tú eres la felicidad que buscas. Hasta que logres amar lo que es, o sea todo, incluyendo la violencia y locura aparentes, estarás separado del mundo y lo varas como un peligro. Sólo viéndola la mente no estar en guerra consigo misma, no existe separación. Y de que encuentres que no necesitas planear el futuro, que lo que aparece ahora es todo lo que tienes, y hasta eso desaparece ahora. Y cuando has dejado de hacer la guerra a la realidad, tú eres lo que cambia, totalmente y sin control. El estado de cambio constante es creación sin límites.
La vida de cada día aparece a alguien. Tu eres ese alguien a quien aparece, pero no eres lo que aparece todos los días. Las cosas aparecen y desaparecen para alguien. Pregúntate muy profundamente: «¿Quién ve esto? ¿Quién es el que juzga, condena, el que duda entre me gusta y no me gusta, y que es también parte de lo que aparece?» Tu conoces al que rechaza o acepta, al que escoge. Lo que eres tu profundamente, permanece totalmente fuera de estas sensaciones. Tu conoce los momentos en que no hay elección y aquellos en los que se impone la elección. Encuentra en ti mismo la distinción entre el que escoge y el que permanece únicamente observador no implicado. Llegará a situarse conscientemente en esta presencia, en la cual no hay elección, en la cual, efectivamente, lo que llamamos la vida de cada día encuentra toda su extensión, toda su plenitud, sin interferencia de alguien que escoge, que decide, que ve las cosas a través de una pantalla de miedos que provoca su historia de vida. Si parece que la vida diaria es una carga, un problema. ¿Para quién?... Deja que se elimine el ¿quién? y verá que no hay problema. 

Amor
Carles