jueves, 29 de mayo de 2014

PLENITUD

La vida está esperando para darte lo que necesitas, esa es la buena noticia.
Tras querer huir, sufrir, sentir rabia, ira o impotencia, luchar, enfadarte,..., te darás cuenta que no puedes resistir mucho tiempo alejándote de lo que eres. eres sencillez y si caes, si sueltas, si te desprendes de lo que quieres retener, todo será liviano.
Da miedo el cambio porque creemos tener el control. La realidad es que, a pesar nuestro, todo esta sujeto al cambio.
Crees que puedes perder lo que más amas pero no puedes perder nada porque tú eres Amor, eres vida latiendo que quiere expresarse.
Puedes confiar y si te paras y escuchas, si te sientes, ocurrirá algo mágico: una mañana despertarás y estarás feliz. Nada habrá cambiado, sin embargo el sufrimiento se habrá ido y en el presente encontrarás un lugar maravilloso donde ser.
Nada que hacer, nada que demostrar, nada que ocultar,...¡ Cuánta plenitud!
La libertad y la felicidad se han hecho para ti, por eso estás aquí, eso desea el universo.
No estamos solos: todos buscando sin encontrar, todos anhelando sin ver que ya lo tenemos, todos separados y, en realidad, todos juntos. 


Amor
Nuria

lunes, 26 de mayo de 2014

Extracto del libro

CONTROL

¡Es tan sencillo no hacerse cargo de lo que me está ocurriendo, buscar fuera la consecuencia de lo que estoy sintiendo!. 
Se nos ha hecho creer que tenemos que controlar, saber qué es y, por qué nos ocurre lo que nos ocurre mirando afuera, cuando en realidad no existe un afuera, todo es una extensión del cuerpo que habito apareciendo en el vacío que soy. 
Cuando podemos enfocarnos en el vacío y no en la historia de vida no digerida, todo empieza a cambiar, aunque no puedes saber hacia dónde o qué cambiará, pero cambia. 
A veces  ocurre que parece que no cambia nada, porque estamos mirando en la dirección  que querríamos   que cambiase y esto  hace que no veamos el cambio que todos los demás ven en nosotros y solo nosotros no vemos.
Hacerse cargo de que no sé lo que necesito es el primer paso de la expansión; no puede ser de otra forma. 
Y soy muy consciente de que lo que propongo es muy poco popular puesto que lo popular es alentar a que sueñes con insistencia y así conseguirás lo que quieres, y si no lo consigues es que no lo hiciste lo suficientemente bien, insiste más fuerte. 
Este es el mensaje del viejo paradigma lineal de la mente intentando controlar, eso sí, muy adornado.
No, la vida no hay que empujarla, no necesita esfuerzo; tan solo darse cuenta de lo que eres te libera del hacedor que realiza el esfuerzo.
  
Amor 
Carles 

domingo, 18 de mayo de 2014

Práctica diaria.

Estar libre de uno mismo, es la iluminación.

La forma humana es un microcosmos del universo. Todo cuanto supuestamente existe fuera de nosotros existe, en realidad, en nosotros. El mundo está en ti y tu eres el mundo. Entones, ¿qué es este tú?
Como seres humanos relacionados con todo, debemos estar primero relacionados con nosotros mismos. No podemos entender, amar y recibir a los demás sin, en primer lugar, conocernos y amarnos a nosotros mismos. Generalmente, sin embargo, pasamos nuestras vidas enteras dedicados a lo que evidentemente está fuera de nosotros sin mirar jamás a lo que está más cercano. No dedicamos tiempo alguno a la lectura cuidadosa de nuestro propio libro, de nuestras reacciones, resistencias, tensiones, estados emocionales, tensiones físicas y todo lo demás. Esta lectura no requiere sistema alguno ni tiempo especialmente asignado a la escucha. Implica solamente escucharse a sí mismo durante el día sin la habitual identificación con un centro de referencia individual, una imagen de yo, una personalidad, unos programas.
Nos escuchamos a nosotros mismos al aceptar los hechos como son sin acuerdo, desacuerdo o conclusión. No se trata de una aceptación mental, de una aceptación de ideas, sino de algo completamente práctico, funcional, siente. Sólo requiere estar alerta. La atención Abierta. Vemos la situación y, al mismo tiempo, vemos cómo ésta hace eco en nosotros como sensacion y pensamiento. En otras palabras, los hechos de una situación deben incluir nuestras propias reacciones. Nos quedamos en el proceso, libres de juicio, interpretación y evaluación, únicamente atentos, en diferentes momentos del día, a nuestro terreno psicológico, intelectual y físico. No existe motivo alguno ni interferencia de un yo, ni deseo de cambiar, crecer o llegar a ser diferente. La aceptación. No hay necesidad de optar por un nuevo modo de vida que, inevitablemente, se convierte en un sistema como otro cualquiera. Cuando la atención es abierta, en un principio hay observación del así llamado mundo exterior pero con en los movimientos internos. Después, estos movimientos, los gustos y los disgustos, se convierten a su vez en el objeto de exploración, escucha. De este modo llegamos a intimar más con nosotros mismos, nos hacemos más conscientes de cómo funcionamos de momento a momento en la vida diaria. Cuando somos exploradores, el verdadero escuchar aparece automáticamente y en escuchar hay apertura, receptividad. La exploración nunca se convierte en una fijación con una meta a alcanzar. Permanece como una bienvenida que aporta originalidad y vida a cada momento.
Muchas terapias nos dicen que nos aceptemos a nosotros mismos pero esta aceptación psicológica, a través de diversos tipos de análisis, se refiere siempre a un centro individual. En tanto que la idea del individuo permanece, hay un motivo escondido en la aceptación. No es una aceptación incondicional sino que está basada en un objetivo, una comparación, y siempre contiene un elemento de resignación. La psicología cree en la existencia del ego y su tarea consiste en hacer éste más cómodo, fuerte e integrado. El que podamos organizar nuestra vida de manera más satisfactoria ya es algo, pero no puede haber jamás una vía que nos lleve más allá de lo conocido y ahí no hay expansión posible. Estos procesos nos mantienen interesados en el objeto por sutil que éste pueda llegar a ser. En la aceptación,  el énfasis no está en lo que aceptamos sino en la aceptación misma. Nada hay para intentar añadir o quitar de la vida que estás viviendo. Esta requiere tan sólo estar alerta para ver los hábitos del pensamiento y el modo en que éstos nos tocan. Cuando vemos que casi toda nuestra existencia es una repetición mecánica, automáticamente salimos del modelo para entrar en la observación. Todos los intentos de cambiarnos a nosotros mismos se basan en la interpretación que supone la existencia de un intérprete pero, cuando no hay nadie para interpretar, ningún centro de referencia, el énfasis cae espontáneamente en la acción misma de tomar nota, escuchar. Es importante darse cuenta de que este observar sin un agente no es una actitud ni un estado. El objeto no es interesante. La observación en sí tiene su propio sabor y no necesita más. Es la misma apertura, o bienvenida, que constituye nuestro ser natural de cuando éramos bebes.
Para entrar en relación con uno mismo y, de este modo, con el mundo, toda interferencia debe cesar. Es el observador quien, proyectando constantemente conocimiento y deseos adquiridos, mantiene lo observado como objeto y de ese modo destruye toda verdadera comunicación, que es Amor. Con la desaparición del hábito de ser alguien que hace algo, sólo la atención abierta queda y, a la luz de ésta, se hace claro el funcionamiento de proyección. La mente recobra su sensibilidad y flexibilidad naturales y, al mismo tiempo, sentimos libertad en relación con nuestro entorno. Es en la Escucha Plena, en la que hay aceptación de ti mismo, la verdadera relación puesto que no hay otro.

Amor 
Carles 

jueves, 15 de mayo de 2014

Estracto del libro Presencia Biodinámica

Carles. No, no es la primera vez. Todo aquello que vemos nos refleja lo que está dentro de uno, la situación es lo de menos; si no está dentro no lo puedo ver.

L. Me pareció interesante eso que dices, si uno está buscando la tranquilidad, ya está en uno y de ahí surge la intranquilidad.

Carles. Así es, todo aparece en mí. No nos apropiemos de lo que en realidad no es nuestro. A lo que llamo tranquilidad es a una tranquilidad sin causa, que es la quietud, la nada, la felicidad que soy. Lo que soy no tiene causa. Es esto que cuando escuchamos los pájaros sin ninguna expectativa me devuelve a la tranquilidad; los pájaros no me causan la tranquilidad, la música relajante no es la que me causa la relajación, la situación refleja lo que está en mí, no importa la situación externa, solo me lo refleja. Y doy muchas gracias a la situación por que me refleja que hay algo en mí de lo cual tengo que tomar conciencia y si puedo estar con ello eso tiende a desaparecer. Esto es sesión continua. Si estoy dispuesto a ser alumno la vida se vuelve mi maestra diariamente, sin tener que ir a ningún sitio, ahora, ahora.


jueves, 8 de mayo de 2014

EL LIBRO A LA VENTA EN ESPAÑA

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