miércoles, 21 de diciembre de 2016

El grupo familiar desde la Presencia Biodinámica


Un concepto totalmente innovador 

Lo primero me gustaría comentar algo importante para quien lea este escrito; esto no es una carta llena de instrucciones para hacer en el entorno familiar y que sean sustituidas por lo que se está haciendo habitualmente. Consideramos que esto sería forzar algo, actuar de forma antinatural,  que seguiría escondiendo lo que está pasando en nosotros y puede estar repercutiendo en la familia. También somos conscientes que los padres buscan constantemente recursos para poder resolver lo que está ocurriendo, que les den pautas, métodos de trabajo, etc, y es posible que esta búsqueda venga de la creencia de que no somos buenos padres, que no lo estamos haciendo bien o incluso que el niño o bebé tendría que traer un libro de instrucciones con él.

Otra cosa importante en el trabajo es observar si estás contactando con la culpa, no es nuestra intención que esto pueda pasar, ya que consideramos que no es muy útil. Si lees algo que genere un pensamiento que diga "ya sabía yo que lo estaba haciendo fatal", seguramente está relacionado con tus creencias y de algún modo es necesario escuchar esto desde la neutralidad, ya que si la culpa está ahí nos puede dar pistas sobre cómo estamos moviéndonos con nuestra familia.

El trabajo de Presencia Biodinámica consiste en recibir, observar con atención, escuchar sin juicio y estar ahí con todo lo que se manifieste en el presente. 
Estas dos líneas son claves y voy a incidir en ellas porque se suelen entender de una forma distinta. Nos creemos que tenemos que observar, darnos cuenta de lo que está mal (es decir no escuchamos, interpretamos), y seguidamente empezamos a actuar según un modelo concreto que creemos que solucionará lo que está ocurriendo. Luego intentamos imponer ese modelo como sea, sin seguir escuchando las verdaderas demandas o la necesidad del día a día. 
Ahora vuelve a leer de nuevo las dos líneas y fíjate cómo no hay un hacer. Esto es lo más difícil de entender, quizás porque no hay nada que entender y lo más mágico es que todo cambia cuando estás en plena escucha.

Acerca de los niños

Los niños aprenden por imitación, no por lo que se les dice.

Ellos están muy en contacto con el presente y con sus necesidades, por eso expresan constantemente lo que está ocurriendo, de ahí la importancia de poderles escuchar.

Las formas más habituales de interrumpir una escucha son tratando de entenderles, intentando acallarlos, quitarles la atención del cuerpo y de lo que están sintiendo, distrayéndoles, interpretando lo que nos dicen,....

Por eso desde la PB decimos que los niños no necesitan un libro de instrucciones debajo del brazo, porque ellos están expresando en cada momento lo que necesitan. Si estamos atentos solo tenemos que escuchar, parar un poco y estar con ellos y con lo que se está dando.

De los niños podríamos incluso decir que la mayoría de las veces no les está pasando nada, nos referimos a nada malo, ni enfermizo. Por ejemplo, un niño reclama la atención, no se le hace caso, y reclama con más fuerza, entonces pensamos que el niño no está bien, le ponemos un nombre a lo que le está pasando y empezamos a tratarlo con un método. La visión de la PB, que es una escucha profunda, realmente no etiqueta al niño, intenta estar con todo lo que hay, y curiosamente desde ahí todo empieza a cambiar.

Acerca de los padres

En algún momento fuiste niño y aprendiste por imitación de tu entorno familiar, es normal que puedas repetir ciertos comportamientos. Depende de lo indigesta que este nuestra historia nos costará más o menos escuchar a nuestros hijos. Incluso una simple pataleta te desborde completamente porque te resulta imposible escucharla y estar con eso que se está dando.

Existen multitud de trabajos que interpretan las pataletas y los lloros de los niños, incluso los japoneses tienen ciertas aplicaciones que te dicen porqué lloran y qué tienes que hacer. Desde el punto de vista de la PB esto no es muy útil. Si nos fijamos bien incluso lo que queremos es quitarnos de encima lo que aparece, sea un llanto, una rabieta, o lo que sea, quizás porque no podemos estar con ello. Fíjate bien de lo que estamos hablando, de recibir lo que se presenta en cada momento y poder estar con ello, los niños muestran algo y quieren que se les escuche cuando lo expresan (dependiendo de la edad lo hacen de una forma u otra), algo aparece en los padres y es importante que eso también sea recibido. 

Es posible que ahora puedas estar preguntándote ¿Y cómo se hace esto, qué tengo que hacer?. No hay una fórmula, ni un hacer concreto para cada situación o para cada persona. Cuando uno está en el presente recibiendo y escuchando, la mayor parte de las veces no hace falta actuar y en el caso de que sea necesario intervenir, desde este lugar de escucha, aparece una acción nueva, y para cada uno es de una manera.

Cuando empezamos a escuchar y a parar, puede que empecemos a darnos cuenta de ciertos hábitos poco saludables para el grupo familiar. En este punto es importante fijarnos si entramos en el juego de la culpa, bien nuestra o de un miembro de la familia, como hemos dicho antes es importante recibirla también. Recomendamos que si esto nos desborda podamos acceder a las sesiones de PB, ya que esto ayudará a que se digiera lo indigesto y podamos ver con más claridad y tener más capacidad de escucha. Desde aquí muchas veces empezamos a descubrir nuevos hábitos más saludables y simples para todos. Es muy bonito ver cómo cada persona o grupo familiar encuentra su nueva forma. A veces simplemente basta encontrar un momento del día en el que todo el grupo pueda estar junto, por ejemplo en la cena, sin distracciones, y poder poner la familia al día, simplemente hablando y estando disponibles.

Como hemos dicho al principio, el trabajo no es que alguien te diga lo que estás haciendo mal y te de nuevas instrucciones para actuar, esto no suele funcionar. 

Acerca de la familia

Una persona que viene de un entorno concreto se junta con otra persona que viene de otro entorno. En un momento dado nace un bebé, entonces se hacen más evidentes las formas de ver las cosas de cada uno y aparecen las tendencias o formas de estar con el grupo familiar recién nacido. A veces se ajusta todo de una forma muy armónica y se encuentra un punto medio muy útil y nutritivo para todos. Otras veces se hace más evidente las diferencias entre los padres, y cada uno hace lo que puede desde el lugar de donde viene. En algunas ocasiones empezamos a hacer las cosas a nuestra manera y a tener la fuerte convicción de que el otro lo está haciendo mal, y que cuando haga lo que tiene que hacer las cosas cambiarán para mejor. Mientras tanto el recién nacido empieza a expresar lo que está pasando desde lo que él sabe hacer. En este punto aparecen muchos bebés en consulta con diferentes síntomas, y el trabajo de escucha es para la madre y el bebé, y es importante que la historia sea contada, entonces podemos observar el grupo familiar y recibir al miembro de la familia que necesite el trabajo. Las sesiones son muy útiles para liberar cierto estrés que le impide ver con claridad y escuchar con neutralidad. La intención no es quitar el estrés, ni nada por el estilo, esto será una de las consecuencias del trabajo de PB.

Tú como miembro de la familia, tienes la suficiente capacidad para estar con lo que está ocurriendo. Después de recibir alguna sesión de PB, aparecerá de nuevo la confianza que se necesita para cada momento y te darás cuenta de lo que necesitas. Muchas veces aparece la paciencia, la calma y la escucha, todo ello sin esfuerzo, y las situaciones que eran desbordantes ahora adquieren cierta normalidad.

Este escrito es una pincelada del trabajo de PB con bebés, niños y padres. Hemos hablado sobre cosas que pueden pasar, consideramos que cada individuo y familia es un caso concreto por lo que el profesional de PB, sabe cómo puede ayudar y que puede servir en cada consulta. Por eso es posible que lo que a otro le está sirviendo a ti no te sirva, y por eso decimos que los modelos a imponer no suelen ser de utilidad. Es desde el conocimiento y el saber cómo están los grupos familiares desde donde podemos ser muy útiles y a través de nuestra plena escucha, cada uno encuentra  la maravillosa forma de actuar y vivir con su familia. 

Gracias por confiar

Jose Cánovas

Gracias José. 

jueves, 15 de diciembre de 2016

El trabajo con bebés y niños

Carta a unos papas. 

Intentaré explicar el trabajo siendo consciente de lo difícil que es, puesto que es completamente diferente a lo conocido.

En el caso de los niños el trabajo es entorno a la madre y al niño como una unidad a la que se le agrega el padre. Dicha unidad es como un solo cuerpo, el trabajo es con el cuerpo familiar.

Lo que la gente llama enfermedad, síntoma, signo, diagnóstico,... yo lo llamo experiencia de vida no digerida. Algunas veces ocurren cosas, situaciones en la vida que no tenemos más remedio que tragar. Una vez pasadas muchas veces pueden quedarse indigestas y esa indigestión es manifestada con síntomas, los cuales vienen para ser escuchados, justo para darnos a conocer la indigestión. Pero la mayoría de las veces no les prestamos atención, es más, tenemos aprendido el acallarlas o el huir de ellas, y cuando esto ocurre ayudamos a que la indigestión se acentúe, y el cuerpo grita más todavía, a veces hasta ese punto tan desgarrador como el de vuestro hijo.

Aquí empieza el trabajo, el cual es una profunda escucha, no una escucha funcional que es lo que entendemos. Escucha plena es recibir lo que se muestra con todos los sentidos sin estar separado de lo que es escuchado. Desde ésta, el cuerpo puede recordar quién es por debajo de la historia de vida no digerida y algo puede empezar a cambiar a medida que se va digiriendo aquello que vino a ser escuchado.

Es muy importante que mamá y papá se permitan sentir como se están sintiendo, eso que surge en vosotros también viene a ser escuchado, y la forma es permitíroslo. Cuando esto no ocurre está habiendo incoherencia en el cuerpo familiar y el pequeño es quien lo está manifestando. De ahí que tengamos que trabajar con todo el cuerpo de la familia. Estoy convencido de que si hay una oportunidad está en el trabajo de la unidad que es la familia: mamá, niño, papá. Y el resultado del trabajo es para todos.

Por otra parte es muy importante entender que la indigestión está en el ahora, quiero decir que de nada vale, incluso entorpece, el proceso de intentar recordar qué pasó, cómo viví cierta situación. Todo esto es historia y ahí no hay nada que hacer, de hecho dicha historia no existe ahora.
Cuando algo nos traumatiza no somos concientes de ello, algo se queda atrapado y al tiempo aparece la indigestión. Para el trabajo no hay que buscar en la historia.

Por otra parte, tenemos una memoria que puede recordarnos situaciones duras o difíciles. ¿Cómo puedo saber si están digeridas? Lo que ha sido digerido tiene tendencia al olvido, si hay una situación que me es recurrente  o que cuando la recuerdo se queda enganchada durante horas o incluso días, es señal de que algo quedó atrapado. Y la forma de empezar a digerir es siendo contada en un lugar que pueda ser recibida plenamente, sin juicio, sin interrupción, un lugar de escucha plena. Y cuando la historia es escuchada empieza a sanar, todo el campo empieza a resonar en coherencia y la incoherencia que era la indigestión empieza a digerirse y algo ocurre. 

Entiendo que sea difícil de entender, pero el trabajo no necesita ser entendido pues va más allá del intelecto. Y el intelecto es limitado pero la Inteligencia con I mayúscula no lo es, esa Inteligencia que hace que la vida se dé y la vida desaparezca.

Amor
Carles