lunes, 24 de febrero de 2014

Los cambios

Los cambios cruciales se producen en Presencia Biodinámica  cuando no estamos anclados en la corriente de lo que está ocurriendo, al no identificarnos con ello, sino que permanecemos con mera disponibilidad. Dejar que lo que está ocurriendo venga y vaya por sí mismo, sin moverse con ello. ¿Vemos la diferencia entre moverse con lo que a acontece, como sensaciones, movimientos, malestares, y una presencia inamovible? Todos podemos llegar a esa Quietud, la estabilidad inconmovible de la atención en la cual los cambios ocurren, en la cual todo es permitido a que venga y vaya libremente, sin interferencias. Sin necesidad de juzgar bueno malo, sin sentir culpa ni compulsión a racionalizarlo todo. 
La Presencia Biodinámica es una atención inconmovible, no importa qué sea lo que se esta revelando. Y al encontrar ese lugar,( que e realiza no es un lugar, es el vacío fuera del tiempo,) se encuentra la paz. 
Ausencia de conflicto. Ausencia de resistencia, de lucha, de esfuerzo. La asombrosa gracia de no desear ni tener. 
Amor
Carles. 

viernes, 7 de febrero de 2014

El conflicto es la puerta


Nadie resulta necesario para encontrar la quietud en mí, ello me es dado a cada instante, me basta con ver hasta qué punto la rechazo constantemente. No necesito un gurú tranquilo, sólo debo constatar mi agitación. Al tomar consciencia de ella, sin la arrogancia de querer estar sin la  agitación, observo simplemente mi vida y la búsqueda cesa. Es mi propia tranquilidad que se llama a sí misma. Comprendo que todo lo que tengo que escuchar es a mí mismo. No hay nada más.
Poco importa si el conflicto es imaginario o no: lo siento, por lo tanto es. Estoy disponible hacia ese sentir. No tengo la arrogancia de querer liberarme de él. No quiero nada. Hay un respeto. En esa escucha, la historia del sentir puede pasar por cierto número de etapas, las imágenes que llevan este sentir ganan cuerpo poco a poco. Y en un momento dado, paro de pretender que el conflicto sea la separación con una mujer, o la perdida de alguien; abandono estas historias. Me doy cuenta que el conflicto está aquí, en el cuerpo, nadie lo puede crear en mí si no está. 
Vivo mi humildad ante el conflicto, sin querer liberarme de él, sin intervenir, de no ser así, solo habrá una transposición. Escuchar, amar, el conflicto es la puerta.
Las técnicas que liberan de un conflicto presuponen otro, porque el conflicto soy yo. Puedo liberarme de todos los conflictos de mi cuerpo y de mi psiquismo: mientras quede ahí, abro los ojos, veo el mundo y aparece un nuevo conflicto. Repulsión, apego, quiero, no quiero, tengo miedo, necesito. ¿Por qué huir y crear otro cuando ya tengo uno? Está muy bien como está. Me quedo con él, no hace falta cambiarlo por otro. Lo escucho: en este espacio puede que se rebele algo anterior al conflicto.
Necesito todos los conflictos. Reivindico las cicatrices que llevo. Nadie tiene derecho a quitármelas, se irán cuando terminen su función. Este respeto, esta escucha permite una profunda transformación. Querer rectificar el problema con mis padres, mi pareja, mi cuerpo, mi familia, mi pasado, etc., ¡no tiene fin!
El conflicto que siento es mi mayor regalo: lo descubro, lo escucho. No tengo por qué liberarme de él. Liberarme es Escucharlo. 

Amor
Carles