Es imposible no hacer dentro de esta manifestación que es dual, lo importante es desde dónde surge la acción, si la acción surge de la no separación se crea un no hacer haciendo, lo cual es la continua creación de lo nuevo. Cuando me creo el hacedor no puede haber creación puesto que la acción surge de la reacción que causa la memoria.
Cuando somos bebés y niños de pocos años estamos completamente expandidos, no hay separación con nada que pueda entrar en contacto con nuestros sentidos, con lo cual cuando vemos a un niño jugando sólo hay juego sin nadie que lo esté realizando, tan solo desde nuestro punto de vista de separación percibimos a un niño jugando, vemos repetición cuando no la hay, ya que cada momento es único para él, sólo hay juego ahora.
Esa no separación o expansión, como me gusta llamarle, que tenemos durante la primera infancia crea una separación en cuanto el habla se instaura, hay una contracción. Esta contracción-separación es como un regalo que se nos da para conocer la dualidad y se da hasta que no seamos lo suficientemente maduros como para darnos cuenta de quién somos en realidad.
En realidad, todo aquello de lo que pueda tomar conciencia no es lo que soy, soy el vacío en el cual la vida se despliega. Sólo al ser conscientes del vacío que somos, llegamos a esta madurez, a este darnos cuenta de quién somos, de que no hay otro, de que las cosas ocurren pero no soy el que las está haciendo que el hacedor y la acción no están separados. Entonces todo empieza a fluir, todo se vuelve una gran carcajada.
¿Es loco verdad? Lo importante no es lo que se haga, es desde dónde lo hago. Cuando lo que hago es desde la creencia de creerme el autor separado de la acción, no seré consciente de que la gran mayoría de las veces estoy siendo reactivo, lo cual es siempre repetitivo, siempre estoy comparando con las experiencias pasadas. Pero cuando encarnamos quiénes somos, justo entonces es cuando nos volvemos como niños sabios y cualquier acción surge de la no-acción. No estoy trabajando, hay trabajo, no estoy andando, hay caminar... así toda acción en la vida se da si puedes estar en presencia biodinámica. Es sólo el que se siente separado el que ve la separación entre el hacedor y la acción y es ahí donde empieza a surgir el no-fluir con la vida, pues sólo viviéndola desde las experiencias de vida no digerida creo saber lo que necesito, lo cual crea el hacedor separado de la acción y la pérdida de energía que conlleva ser yo quien tengo que hacer las cosas.
No es importante qué hacemos, lo importante es desde dónde son hechas la cosas. Mientras no tomemos consciencia de que las cosas ocurren pero no soy el que las estoy haciendo, sufriré.
Amor
Carles
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