Todo aquello que hemos estado anhelando reside en el centro de toda experiencia, esperando a ser reconocido. Todo lo que se requiere es, dejar de huir de lo que es, dejar de intentar ir a un pasado o futuro imaginarios.
Por lo tanto, si la situación actual es la experiencia del sufrimiento y no hay absolutamente ninguna resistencia a él, el sufrimiento no puede permanecer, puesto que es resistencia. Entonces el sufrimiento se transforma en felicitadad. De hecho, el sufrimiento se revela como felicidad tan pronto como cesa toda resistencia al él. Así pues, la felicidad es también la naturaleza del sufrimiento. Permanece en silencio en el centro de toda experiencia, incluido el sufrimiento, esperándo a ser reconocida, esperando a que dejemos de resistirnos, esperando a que tengamos el valor y el amor que nos haga detenernos y afrontar el sufrimiento, la experiencia sin el más mínimo deseo de resistirnos o alejarnos de lo que es.
Amor
Carles
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