Podemos alabar las respuestas de nuestro cuerpo, porque son las que nos permiten sobrevivir. Tendríamos que alegrarnos de cómo respondió el cuerpo, en lugar de sentirnos culpables porque el cuerpo nos ha fallado, hemos “enfermado”.
No hay malas respuestas, sólo respuestas adaptativas. Es muy importante que nos demos cuenta que no hay nada equivocado, que el sistema nervioso autónomo hace lo correcto para que sobrevivamos y hay que respetar lo que está haciendo. Al respetar la respuesta del cuerpo, dejamos atrás ese estado de lo que debería ser y respetamos nuestro tempo, lo que contribuye funcionalmente al proceso de sanación.
Pero tanto las terapias convencionales como alternativas transmiten al paciente que su cuerpo no se está comportando como es debido. Se dice al paciente que ha de ser de otra manera, que necesita cambiar. Éstas evalúan al paciente, lo cual hace que ponga su sistema en alerta y ello impide su sanación.
Amor
Carles
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